ACME, una empresa con un gran propósito personal y laboral: crear un espacio de producción para co-crear una comunidad creativa en Madrid. Una empresa ecléctica y vibrante, con infinitas posibilidades, que ante la pregunta: ‘’¿Qué hacéis?’’ Caben múltiples respuestas...
De ese pequeño-gran propósito nace ACME, como ellxs dicen: ‘’picando hielo’’, en plena borrasca Filomena. En un lugar de Vallecas, cuatros socixs de ámbitos diferentes se juntan para poner en marcha un ambicioso y complicado proyecto, por todo lo que en sí abarca. Una perfecta unión de todo lo que hacen:
VICKY y OLIVIA vienen de la producción de fotografía y vídeo.
DÉBORA viene del sector artístico y cultural, de la gestión de espacios de arte y cultura.
Y LUIS viene del diseño expositivo, resolución museográfica y creación de soportes y escultura.
Lxs cuatro vieron la necesidad de crear un espacio para abarcar todo lo que hacían individualmente, juntando los recursos que cada unx aportó: equipo de fotografía y vídeo, iluminación, herramientas...
Y lo que inicialmente nació de juntar todo en un espacio para poder desarrollar cada unx su actividad, terminó haciéndose más y más grande, surgiendo de manera orgánica la idea de poder activarlo y ofrecerlo como estudio creativo. Un espacio que unifique todos los saberes de manera multidisciplinar. Un proyecto ambicioso a la par que juguetón, como bien revela su nombre, sacado de la factoría ‘’Looney Toones’’, y que lxs define muy bien.
Porque en verdad el espacio lleva como estandarte, ser un espacio para ‘’jugar’’ y explorar, abierto a artistas y colaboradorxs.
Una pequeña idea que se ha extendido según las demandas y nuevas necesidades que iban surgiendo, siempre siendo fieles a su idea inicial.
Hoy por hoy, ACME se ha convertido en un referente creativo para Madrid y en particular para el barrio de Vallecas, ya que no hay muchos espacios en los que convivan toda la multitud de disciplinas que ofrecen. Lxs vecinxs están encantadxs, aparte de darle vida al barrio, la gente se siente atraída por las cosas que hacen, y como es accesible, pueden entrar y tomar parte de ello. Esto ha creado una comunidad cercana, de manera natural.
Pero para llegar a lo que es hoy, la empresa ha tenido que organizarse y desarrollar su propósito inicial. ¿Cómo lo han logrado?
Lo primero de todo, es el amor por su trabajo, y trabajar con pasión en el día a día del estudio. Han trasladado esa pasión a sus antiguxs clientxs y colaboradorxs, creando así un círculo comunicativo y creando colaboraciones de lo más variopintas.
Esto dota al proyecto de total accesibilidad, y da la posibilidad de poder juguetear y construir unx mismx, un espacio en el que, por ejemplo, puedes ir y fabricar tu propia silla, en vez de comprarla en la conocida empresa sueca. Siempre va a ser más gratificante fabricarlo tu mismx con tus propias manos, mientras aprendes.
Además de crear, puedes crear sinergias, porque no estas solx, hay más gente como tú, haciendo más cosas con las que puedes aprender y nutrirte, de manera horizontal. De esta idea surgieron los talleres que ACME imparte, y en los que mucha gente experta colabora internacionalmente.
Y es que siempre en los proyectos hay unx expertx en una disciplina, que se rodea de un grupo de aprendices. El/la/le expertx coordina, pero lxs aprendices aportan y mucho, desde la humildad. ‘’Cuando tú no estás tomando las decisiones tu ego desaparece, siempre el delegar ayuda a progresar, es genial y original, más auténtico.’’
Ante todo, esta su filosofía: ‘’ Todxs tenemos conocimientos en nuestras particularidades, pero cuando entramos a colaborar entre nosotrxs aportamos ingenuidad, y de ahí sale mucha invención.’’ Salen muchas cosas del no saber, del no ser unx expertx, ideas originales que no surgirían de otra forma.
Y así como en un proyecto alguien puede ser expertx, en otro se convierte en aprendiz, como bien relata MARVIN HARRYS en su libro ‘’Jefes, cabecillas y abusones’’ para describir los roles dentro de una tribu. Claro, hay cabecillas, cada unx es cabecilla de sí mismx: unx tiene una iniciativa y todxs le apoyan, y en otro momento otrx. Siempre co-creando, ya que de una idea pueden surgir cambios y esa ‘’metaidea’’ puede evolucionar y dividirse o añadirse otras. Incluso muchas veces no se desarrollan ideas porque son poco accesibles el desarrollo, pero esto no es solo el proceso creativo individual, valen más las sinergias con el resto de los procesos que en ACME conviven.
Y así como en un proyecto alguien puede ser expertx, en otro se convierte en aprendiz, como bien relata MARVIN HARRYS en su libro ‘’Jefes, cabecillas y abusones’’ para describir los roles dentro de una tribu. Claro, hay cabecillas, cada unx es cabecilla de sí mismx: unx tiene una iniciativa y todxs le apoyan, y en otro momento otrx. Siempre co-creando, ya que de una idea pueden surgir cambios y esa ‘’metaidea’’ puede evolucionar y dividirse o añadirse otras. Incluso muchas veces no se desarrollan ideas porque son poco accesibles el desarrollo, pero esto no es solo el proceso creativo individual, valen más las sinergias con el resto de los procesos que en ACME conviven.
Si a todos estos ingredientes la añades la libertad, es cuando se generan las mejores dinámicas. Cada unx puede tener iniciativas y estas van a ser apoyadas por lxs otrxs, porque la confianza es plena en lo que se está haciendo, y siempre va a dar algún resulto. De hecho, elaboran sesiones semanales de Emociones, con las que construyen esa confianza. Es primordial, conocer al/la/le otrx y entenderlx emocionalmente. Poder tener un ratito donde conversar sobre como esta cada unx, ayuda a mejorar la comunicación y fortalecer las relaciones. Un equilibrio lógico, racional, pero también emocional, lo que genera un entorno de paz y confianza. Se permite ser auténticxs, se permite y se acepta al/la/le otrx con sus positivos y negativos para poder desarrollarse personal y grupalmente como se quiera. Es muy importante que todxs estén a gusto para que todo fluya.
Ahora bien, si surgen discrepancias, se ponen todas las ideas en común y se realiza un consenso, y aunque haya que tomar decisiones, cada unx está siendo participe de esas decisiones, y con esa participación ya cada unx está haciendo suyo el proyecto. Siempre va a dar buenos resultados.
ACME tiene una inteligencia emocional que la plasma en su idea de dar soporte a las nuevas necesidades de lxs jóvenes, jóvenes con un espíritu de autoaprendizaje, donde prima lo autodidacta. A lo que se une su idea de centrarse en desarrollar ideas sostenibles, duraderas y con garantías de calidad, recuperando antiguas técnicas que generen productos para toda la vida: productos auto-creados que vas a tener siempre y con los que tienes un vínculo especial.
Una empresa con un propósito claro: la libertad creativa; pero difícil de definir en sí mismo. Como ellxs dicen: ‘’Qué cada unx le dé su propio significado’’.