¿Cómo afrontasteis todo esto? ¿Qué actitud teniasis sabiendo que no estaba claro a donde tenías que ir?


La de personas que están convencidas de que saben hacer las cosas.

Primero hay que tener una predisposición al riesgo: tienes que creer en lo que estas proponiendo, tienes que asumir riesgos, tener conversaciones complejas, confrontar y negociar de manera potente con perfiles que tienen mayor responsabilidad que tú. Eso implica que no puedes tener mucho cariño a tu silla actual.

También debes tener presente que las cosas se demuestran con hechos. Tienes que estar dispuesto a medir de forma muy objetiva los resultados a escala global, con diferentes tiempos en diferentes productos. Y el convencimiento de que eso te acerca más hacía donde quieres estar.

No es un camino de rosas. Das una vuelta de 180 grados en la manera en la que el equipo entiende el trabajo. Pasas de estar "muy ocupado" a tener que conseguir unos objetivos muy concretos en un marco de tiempo muy acotado. Eso implica replantear cómo trabajas para romper dependencias y enfocarte en lo esencial. Buscar la autonomía en aquello que tú tienes que entregar para llegar a tus compromisos.

El cambio es pasar de analizar las tareas a realizar a definir qué es lo que necesitas conseguir, y ser flexible con qué tienes que hacer para conseguirlo. Requiere esfuerzo, y mucho compromiso. No basta con "hacer el trabajo".

Cuando tu trabajo tiene un propósito y vas viendo resultados en las metas parciales afrontas el trabajo de otra forma.